Desde que su novio rompió con ella, Viola ha pasado los días deseando en silencio volver a tener a alguien que la quiera y, lo que es más importante, volver a ser parte de algo. Hasta que un día, sin darse cuenta, llama a un genio de otro mundo, que se quedará en el suyo hasta que la chica pida tres deseos. Genio está ansioso por regresar a su casa, pero a Viola le aterra desear, tiene miedo de no pedir lo correcto. Conforme los dos van pasando tiempo juntos, la línea entre amo y criado empieza a desdibujarse y Genio no tardará en reconocer que está enamorado de Viola.