Todos los colores del sol y de la noche es un delicado relato sobre los quince meses que su autora, víctima de las depuraciones estalinistas, estuvo encarcelada en Praga entre 1952 y 1953. Tras la Segunda Guerra Mundial durante la cual tuvo que huir de Europa Lenka Reinerová regresó a una Praga que poco tenía que ver con la ciudad abierta y cosmopolita de su adolescencia. Su actividad política antes de la guerra, sus años de exilio y su origen judío la convertían en alguien sospechoso para las paranoicas autoridades de la época. En Todos los colores del sol y de la noche, la autora describe su estancia en prisión y los delirantes interrogatorios que tuvo que soportar, cuyo recuerdo le sirve para evocar también muchas de sus vivencias anteriores. Durante los intervalos entre interrogatorios, Reinerová anima a su compañera de celda con anécdotas y descripciones de distintos momentos de su vida en un intento de mantener la esperanza y no olvidar «los colores del sol». Reinerová nos habla en nombre de una comprometida generación ahora octogenaria que fue testigo de las agitaciones políticas del siglo pasado y que ha vivido para contarlo.