Cayetano se acerca peligrosamente a los sesenta. Ya no es un joven médico emprendedor que aprendía de la medicina y de la vida, ahora es don Cayetano, millonario, dueño de bodegas y de varias empresas, casado y con familia. Lo tiene todo menos la juventud y en una revuelta del camino de su propia existencia aparece Tamatea con su juventud insultante. Con esta mínima relación, conocerá la terrible imposibilidad de rejuvenecer al mismo tiempo que acoge a bocanadas el regreso de la ilusión.