Julio Vargas ha tenido una vida de dinero y lujo que lo ha convertido en una persona intratable, cuya única preocupación es aumentar su fortuna. Pero un día sufre un terrible accidente y lo ingresan en un humilde hospital, donde tendrá que permanecer hasta recuperarse de sus importantes fracturas. Allí conocerá a alguien muy especial que le hará comprender que la vida tiene más de una cara. Ramón Fonseca Mora Ojitos de ángel