Séneca (Córdoba 4 a.C-Roma 65 d.C.) fue una figura política de primer nivel en la época imperial romana. Llegó a ser uno de los senadores más admirados, pero su prestigio le granjeó igual número de amigos que de adversarios. En lo filosófico, es el representante más señero del estoicismo, que pretendió recuperar los valores clásicos para una socidad ciertamente disoluta.