Camino de su empresa en las afueras de Buenos Aires, a Julio Andrada le gusta tomar todas las mañanas la avenida Amancio Alcorta porque se adentra por barrios humildes que le recuerdan su procedencia y le devuelven la medida exacta de su éxito y su ascenso social. Hasta que un día oye la conversación de unos camioneros sobre el mercado sexual en uno de los barrios próximos. Guiado por una pulsión desconocida, Andrada contrata los servicios de Daiana, una adolescente que le provocará un borbotón incontenible de deseo. Y quien ha sido un empresario modélico, preocupado por la buena imagen de su familia, organiza con fría inteligencia su doble vida.