En un pueblo del sur de España vive Frasquita Carrasco, una costurera que tiene fama de maga o de bruja, pues parece infundir vida a las prendas que confecciona: como el corazón de seda que cose y oculta bajo el ropaje de la Virgen sacada en procesión y que palpita milagrosamente; o un abanico que reproduce con tal perfección las alas de una mariposa que saldrá volando por la ventana; o las flores de tela de su propio vestido de novia, tan vivas que se marchitarán ante las miradas de envidia de las demás lugareñas. Un día, su marido se juega a Frasquita en una apuesta... y pierde. Eso la obliga a cometer un adulterio y a marcharse del pueblo con sus hijos y huir a través de Andalucía, una región sumida hacia finales del siglo XIX en revueltas campesinas, en las que se verán trágicamente implicados. Su periplo los lleva hasta África, donde Frasquita da a luz a su última hija y donde se irá cerrando el ciclo de su vida.