Año 1188, Constantinopla La intrépida Casiopea recibe una carta que le anuncia la muerte del heroico caballero Morgenne. Acompañada de su fiel halcón y protegida por la legendaria espada Crucífera inicia un apasionante viaje a través de las tierras conquistadas por los musulmanes, adentrándose en mundos tenebrosos y descendiendo a los mismísimos infiernos para restaurar el honor del que fuera su padre y dar sepultura cristiana a sus restos. «David Camus se apropia con brío de los recursos del género. En su obra encontramos la dosis ideal de barbarie, misterio y esoterismo, en resumen, el aliento y el fuego que le faltaban a nuestras clases de historia medieval.» Le Nouvel Observateur