El mayor atractivo del Dupayne, un pequeño museo privado londinense dedicado a los años de entreguerras (1919-1939), es una inquietante Sala del Crimen donde se estudian los casos más sonados de la época. Su interés es indudable, pero Neville, el menor de los hermanos Dupayne, considera que la institución debe cerrar sus puertas. La incertidumbre sobre la continuidad del museo genera una insoportable tensión, que se quebrará cuando se descubra el cuerpo calcinado de Neville. ¿Se trata de un asesinato, un suicidio, un accidente...? ¿Por qué esta muerte recuerda tanto a uno de los sucesos recogidos en la Sala del Crimen? Dalgliesh emprende la ardua tarea de estudiar un caso que, a medida que se complica con nuevas muertes relacionadas con los hechos ilustrados en la Sala del Crimen, amenaza con destruir la vida privada de este célebre y ahora enamorado poeta y detective de Scotland Yard. P. D. James utiliza una vez más los parámetros de la novela negra para construir una historia plagada de detalles y unos personajes cercanos, profundos y humanos.