Strider estaba poseido por el demonio de la Derrota y, si perdia un solo desafio, sufria un dolor inimaginable. Para el, nada podia interponerse en el camino a la victoria. Hasta que Kaia, una encantadora Arpia, lo tento y lo condujo al limite de la rendicion. Entre su gente, Kaia tenia el apodo de "La Decepcion," y debia ganar el oro en los Juegos de las Arpias, o morir. No podia distraerse con Strider, porque el tenia sus propios planes. El Inmortal queria robar el primer premio, un artefacto fabricado por los dioses, antes de que pudiera llevarselo el ganador. Sin embargo, a medida que avanzaba la competicion, a los dos empezo a importarles unicamente un premio, y era un amor que nunca hubieran creido posible...