La Ratonera es posiblemente la obra más famosa de Agatha Christie, por ser la obra de teatro más representada de todos los tiempos; lleva en cartel desde 1.952 en Londres, con más de 23.000 representaciones. La obra es también conocida por su inesperado final, llegado el cual se pide a los asistentes a la obra que no sea revelado. Agatha Christie cedió los derechos de la obra a su nieto Mathew Prichard como regalo de cumpleaños, creando al primer millonario de la familia.