A los tres años de edad, Catalina de Aragón es prometida al príncipe Arthur, hijo y heredero de Henry VII de Inglaterra, y es educada para convertirse en princesa de Gales. Sin embargo, tiene que soportar duras pruebas. Finalmente, Catalina se va adaptando poco a poco a la primera corte de la dinastía Tudor y su vida como esposa de Arthur le resulta menos insoportable de lo que creía al principio. Cuando su esposo fallece, Catalina se ve obligada a construir un futuro propio. Su única salida es casarse con el hermano menor de Arthur, Harry. Henry y su madre se oponen a ese matrimonio y los poderosos padres de Catalina tampoco lo ven con buenos ojos... Pero la joven ha heredado de su madre, Isabel la Católica, su indomable espíritu de lucha.