El amor, esa capacidad humana tan antigua como la razón o el dolor, no es sólo una experiencia vital que todos reconocemos por intensa, sino también un elemento clave del comportamiento de las personas. El amor influye sobre nuestro estado de ánimo: puede darnos y quitarnos la felicidad, es determinante para nuestra estabilidad física y consigue cambiar la estructura de nuestro cerebro. Durante siglos el amor ha sido abordado desde perspectivas muy dispares. Pero hasta hace apenas dos décadas la ciencia no había podido desvelar muchas de las preguntas relacionadas con el asunto. ¿Qué es? ¿Por qué algunas personas son incapaces de encontrarlo? ¿Por qué duele la soledad?