Florian Werner estudia en esta singular obra uno de los tabúes más poderosos de nuestra cultura y más arraigados en nuestro inconsciente: una sustancia que la humanidad genera todos los días a toneladas y de la que sin embargo tratamos de desprendernos cuanto antes y de la forma más radical y discreta posible; una sustancia cuyo control en la infancia determina nuestra educación y nuestro carácter adulto y que, cargada de fuertes connotaciones morales, utilizamos para denigrar, insultar y reírnos de lo divino y lo humano. Nos referimos, digámoslo sin más rodeos, a la mierda.