La brutal represión impuesta por los militares sublevados durante y después de la Guerra Civil española sigue siendo una de las cuestiones históricas más controvertidas de nuestro tiempo. Este libro examina las consecuencias que tuvo en Madrid la victoria de Franco en aquel conflicto fratricida. El análisis, basado en gran medida en materiales de archivo inéditos, muestra que, entre 1939 y 1944, se efectuaron, como mínimo, un total de 3.113 ejecuciones por sentencia judicial. El castigo infligido a los vencidos se fundó en una cruel ironía: se acusaba a los republicanos de haber iniciado la Guerra Civil. Los tribunales castrenses dictaron contra ellos sentencias condenatorias por el delito de «rebelión militar»; la mera pasividad ante el conflicto en España antes de 1939 no solo se consideró un delito civil conforme a la Ley de Responsabilidades Políticas, sino también un motivo potencial de despido laboral; y los masones y los comunistas, a los que se señalaba como culpables de la contienda, fueron criminalizados por decreto en marzo de 1940. Miles de madrileños fueron ejecutados o castigados en pos de la España «una, grande y libre». No obstante, la dura represión franquista de la posguerra no tuvo carácter de exterminio. A diferencia de otros muchos libros sobre el tema, La justicia de Franco se ocupa también de explicar cuándo y por qué se puso fin a la represión en masa: el descomunal volumen de causas abiertas contra los «rebeldes» republicanos ocasionó una crisis que solo se resolvió cuando, en 1940-1941, el régimen franquista tomó una serie de decisiones destinadas a abandonar buena parte de aquel sistema represor. En 1944, la represión masiva había dado fin.