Durante el desarrollo de sus investigaciones sobre mitología griega, campo en el que era un reputado experto, Robert Graves se topó con una teoría original y poco conocida a propósito de la autoría de la Odisea. La hipótesis (que consistía en que la joven que en el poema homérico se presentaba a sí misma como Nausícaa es la autora de la obra) lo sedujo hasta el punto de que la adoptó para que fuera el origen de La hija de Homero. Ambientada en territorio siciliano, colonizado por los griegos casi ochocientos años antes del nacimiento de Cristo, La hija de Homero tiene como protagonista a una mujer de la nobleza helena, quien adopta un papel activo en la corte siciliana gobernada por su padre y asume con firmeza las cargas familiares y políticas que su posición comporta. Gracias a su oficio y su sabiduría, Graves crea una auténtica heroína de tintes clásicos cercana a los lectores y creíble para los conocedores de la cultura clásica.