La fascinación del ser humano por los venenos se remonta al principio de los tiempos. Ya en el antiguo Egipto y en el mundo grecorromano, los tósigos se convirtieron en un arma de poder. En Roma fueron muchos los emperadores que alcanzaron la gloria gracias a ellos: Nerón mató a su madre, Agripina la Menor, quien a su vez había asesinado al emperador Claudio para conseguir la corona de su hijo. También en la Italia renacentista, y en la Francia de Luis XIV, las pócimas causaron estragos, y reyes, cortesanos y plebeyos perdieron la vida bajo sus efectos. Cicuta, arsénico, cianuro, talio, polonio... Adela Muñoz realiza un insólito recorrido por los momentos más relevantes de la historia a partir de envenenamientos célebres, y nos descubre la composición de los venenos que acabaron con la vida de personajes ilustres como Sócrates, Cleopatra, el emperador Claudio, Rasputin o Adolf Hitler. Una fascinante historia desde la cicuta de la Antigüedad al polonio de nuestros días.