A los diecinueve años, Horacio Quiroga (Salto, Uruguay, 1878 - Buenos Aires, Argentina, 1937) empieza a colaborar en publicaciones locales con distintos pseudónimos. En 1902 viaja a Buenos Aires como fotógrafo en una expedición que organizó Lugones. En la selva tendría su mayor fuerza inspiradora. En la capital argentina fue nombrado, entre 1917 y 1920, secretario del contador del Consulado General de Uruguay, cónsul de distrito de segunda clase y adscrito al consulado general. Publica en esa época tres libros de cuentos, entre ellos, Cuentos de la selva . En 1935 publica su último libro, Más allá , que recibió un premio del Ministerio de Instrucción Pública de Uruguay.