Esta obra no es un ensayo, aunque en ella encontramos el embrión de tres o cuatro ensayos. Tampoco es un diario personal, aunque sí podemos seguir la evolución desde la cama del hospital hasta su vuelta al mundo. No se trata de una obra filosófica, aunque el autor se atreve a hacer preguntas que solo el filósofo o el niño se plantean: ¿quién soy?, ¿quiénes somos?, ¿qué es el hombre en el mundo? Es, más bien, una especie de nebulosa mental de densidad y forma irregulares, una nebulosa en espiral, que gira y se enrosca alrededor del mismo problema el vínculo y la brecha entre el hombre y el mundo, al tiempo que regresa a los orígenes profundos de las ideas, de los patterns adaptativos, de los mitos y la poesía.