La mente nos habla, nos ordena, incluso nos juega malas pasadas, pero en pocas ocasiones pensamos que afecte nuestros sentimientos; creemos que todo lo negativo proviene del exterior. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, todo el dolor que sentimos es causado por nosotros mismos. Emocionalmente nos da las claves para sincronizar nuestro corazón con nuestra mente y lograr el cambio hacia una vida más plena.