Meticuloso y sabio observador, y maestro del arte de narrar, Mario Vargas Llosa arrastra a una seductora ceremonia a sus lectores, que pronto quedan prendidos en la red sutil de perversidad que, poco a poco, va trastocando la armonía y la felicidad extraordinarias que unen a tres personajes: la sensual doña Lucrecia, la madrastra; don Rigoberto, el padre, solitario practicante de rituales higiénicos y fantaseador amante de su amada esposa; y el inquietante hijo de don Rigoberto, Fonchito, cuya angelical presencia y anhelante mirada parecen corromperlo todo.