Rafael Montalbán ejerce de guardaespaldas ocasional, de cobrador de deudas por cuenta ajena y de portero de club de alterne de jueves a sábado. Pero no siempre fue así. Veinte años atrás era un boxeador prometedor, hasta que las cosas se torcieron: se enamoró de la mujer que menos le convenía y acabó traicionando a la única persona que se había portado bien con él. Ahora quiere empezar de nuevo, pero antes deberá encontrar a la mujer de la que sigue enamorado y emprender con ella una huida que los llevará desde Madrid hasta la costa de Cádiz, y finalmente a Lisboa, mientras el pasado no deja de perseguirlos.