Año del Señor de 1205. Vivïen de Narbona en su huida, perseguido por un misterioso caballe¬ro, se precipita por un barranco. Años más tarde, el único que conoce la verdad parece ser el mercader de reliquias Ignacio de Toledo, siempre a medio camino entre la superstición y la ciencia, entre el Oriente y Occidente. Junto con los jóvenes Willalme y Uberto se embarca en un viaje para encontrar el Uter Ventorum, el último códice que puede desvelar los misterios universales y perturbar el equilibrio natural de los acontecimientos históricos. Tras ellos, también va la Saint-Vehme, Tribunal secreto fundado por el mismí¬simo Carlomagno