En el "otoño" de la Edad Media, el sentido común de Patronio ayuda a su señor, el conde Lucanor, a manejarse en las zozobras de un mundo cambiante. Los ideales caballerescos de la nobleza feudal necesitan ya de apoyos más reales. Pero todavía el cuento, el ejemplo, la metáfora... son el testigo literario que permite avisar a la aristocracia, de forma velada, de estos cambios, sin que perciba su decadencia de una manera tan ostensible como para resultar ofensiva; no en vano, don Juan Manuel es uno de sus más significados e inteligentes representantes.