Es pleno verano y en la isla de Cuba comienza el gran carnaval que festeja los cincuenta años en el poder de Fifo , dictador ya viejo y enloquecido . Con agilidad y sarcasmo, en un relato lleno de divertidos guiños al lector, Reinaldo Arenas describe ora los actos desaforados que se han programado en homenaje al tirano , ora, y en palabras del propio autor, «la vida subterránea de una juventud desgarrada, erotizada, rebelde y a veces envilecida», pero que se niega a aceptar la prisión en que se ha convertido la isla. Los atropellos y luchas de los que se arriman al poder, las triquiñuelas para sobrevivir en la miseria y la represión, todo estalla durante la gran fiesta, y en medio del bullicio se desencadenan los deseos más desinhibidos, los rencores, las intrigas y el miedo. Porque, entre burlas y veras, El color del verano , novela testimonial, narra el horror -de quien vive en Cuba, pero también el exiliado- y la imposibilidad de acceder a un futuro merjor.