Diez mil heridas nos cuenta las peripecias de una saga familiar, que se inicia con la historia del esclavo africano Pedro Guinea, catador de venenos, mensajero real y mozo de fi eras en la corte navarra de Olite y lugarteniente del bandido anchicorrota, un tan real como desconocido Robin Hood navarro, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres en el desierto de Las Bardenas. La estirpe continúa con las peripecias del pícaro Antón Aguirre, que narrará en primera persona sus andanzas por los caminos y patios de comedias de los reinos de España, en un inframundo de curanderas, monjas consoladoras o estudiantes gorrones. Y fi naliza la novela con las desventuras de Zaide, con las que el autor recrea la vida del padrastro negro del Lazarillo de Tormes, a quien encontramos aquí, años después, acompañando al conquistador Alvar Núñez Cabeza de Vaca en el delirante viaje a pie por el Nuevo Mundo que este describiera en Naufragios. Una novela en la que Patxi Irurzun mantiene el tono de su anterior y exitosa obra, Los dueños del viento, y como es habitual en él nos presenta las vidas de aquellos que «nunca existieron; o, mejor dicho, fueron obligados a vivir como si no tuvieran derecho a hacerlo».