Para cuando empiezan Sexto Grado, Miranda y su mejor amigo, Sal, saben como moverse por su vecindario de Nueva York. Saben a qué lugares es seguro ir, como por ejemplo la tienda de comestibles del barrio, y saben a quién evitar, como el extraño hombre de la esquina. Pero las cosas empiezan a enredarse. Miranda recibe unas misteriosas notas, y poco a poco se dará cuenta que quién sea que las deja lo sabe todo sobre ella, incluso cosas que aún no le han pasado. Cada nota le hace fortalecer la creencia que sólo ella puede prevenir la muerte trágica de alguien. Hasta que llegue el mensaje final que le hará pensar que ya es demasiado tarde...