Mississippi, 1847. La niña Granada nació para ser una esclava más en la plantación Satterfield y deslomarse trabajando en los campos de algodón, pero el destino la sacó de las míseras barracas y la llevó a la casa grande para convertirse en la muñeca que un ama desquiciada viste con la ropa de su hija muerta. Pero esa vida cómoda, alejada de los orígenes, termina de repente con la llegada de la curandera Polly Shine, quien escoge a la pequeña como ayudante. Negra y vieja, sabia y deslenguada, el amo accede a las exigencias de Polly porque sabe que es la única capaz de curara los esclavos enfermos y de asistir a los partos. Pero lo que el señor Satterfield desconoce es que la curandera pretende hacer algo más que sanar esos cuerpos maltratados: quiere devolver el orgullo y la dignidad a esos corazones maltrechos? Empezando por el de Granada, la niña negra que ha olvidado de qué color tiene la piel. En esta emotiva novela, Jonathan Odell nos cuenta el horror de una época en la que las injusticias se marcaban a fuego, pero también nos muestra que a veces las cadenas más difíciles de romper no son las que atan nuestros cuerpos sino otras, mucho más duras e invisibles; las que nos oprimen el alma.