Nuestro mundo es, de modo creciente, un mundo digital. Más de la mitad de la población adulta del planeta pasa más horas "conectada" que "desconectada", sea a Internet, a la telefonía móvil o a otros medios digitales. Hoy en día es habitual que nos relacionemos vía correo electrónico, mensajes de texto, tweets y blogs con el trabajo, conocidos e incluso familiares. Pero ¿cómo influye en nosotros esta nueva situación? Este libro examina, por primera vez, cómo afecta nuestro cerebro, para bien y para mal, el vivir "conectados". Gracias a los datos de una investigación innovadora y práctica, nos enseña cómo prosperar en un siglo digital ... sin perder nuestra humanidad.