El histórico distrito parisino del Sentier, antaño plagado de modernas mansiones, atraviesa actualmente tiempos difíciles. Aimée Leduc se ve arrastrada a la zona cuando una mujer recién salida de la cárcel le cuenta que ha conocido a su madre, quien lleva desaparecida mucho tiempo. Aimée se sorprende al enterarse de que su madre fue miembro de una conocida banda terrorista durante los años setenta, pero antes de poder obtener más información, su contacto es asesinada. Desesperada por encontrar a su madre, Aimée se ve envuelta en la renaciente organización, a la que ya no le motivan los ideales políticos, sino la búsqueda implacable de un botín escondido, que también parece haber desaparecido sin dejar rastro