En 1877, ocho años después de la publicación de Guerra y paz, Tolstói puso punto final a su novela Anna Karenina, una de las obras más grandes de la historia de la literatura. Su trama, inspirada en algunos incidentes reales y marcada por las preocupaciones éticas generadas por la crisis espiritual que atravesaba el autor, acaba centrándose en el adulterio de la protagonista, una de las tres historias conyugales que se entrelazan en la obra. Reducir sin embargo esta magnífica novela a tal anécdota, por importante que sea en ella, es no hacer justicia a unas páginas en las que late de forma verídica casi el entero registro de las pulsiones y pasiones humanas comunes a todos.