Un día de verano, Margaux Fragoso conoció a Peter Curran. Ella tenía siete años, él cincuenta y uno. Cuando Curran la invitó a su casa, Margaux encontró un mundo infantil de ensueño y pronto empezó a pasar sus días con él. Con el tiempo, él fue desplegando sus encantos hasta convertirse en compañero de juegos, padre y amante. Seductor y repulsivo, violento y cariñoso, manipulador, Peter transformóa una niña rebosante de imaginación en una joven al borde del suicidio. Estas extraordinarias memorias son el relato del corazón y la mente de un monstruo, pero, ante todo, ilustran el poder de la imaginación infantil para reinventar la realidad y sanar.