Julia nació con una lesión neurológica irreversible. Meses antes de que se cumpla el plazo fatal que le pronosticaron, decide relatar en un diario sus dos años de vida. Una visión del mundo provocadora e insolente, que sorprende desde la primera línea por su percepción tan extraordinariamente peculiar, fresca e irónica, que convierte sus palabras en un torrente de vida y humor.