Pupi nunca ha estado en la playa, por eso está emocionado con la invitación de Bego y Blanca: pasar unas vacaciones junto al mar. Además, está deseando participar en todos los juegos y competiciones que allí se organizan. Lo primero que hace es lanzarse al agua y ponerse a perseguir las olas pensando que son corderos. Una lancha salvavidas tendrá que ir a buscarlo. Después se presenta en varios concurso que se organizan en la playa: de flanes, de castillos, de caracolas. Pero todo lo confunde y arma un montón de líos. Al final, no consigue ganar ningún concurso, pero él se queda tan contento porque sus amigas le dicen que es el mejor ganador de sincursos del mundo.
