Mateo Morral, joven anarquista catalán, llega a Madrid en mayo de 1906, cuando las calles de la ciudad se engalanaban ultimando los detalles de la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Mateo Morral iba a ser el encargado de arrojar su regalo mortal al paso de los reyes: una bomba envuelta en un ramo de flores. La novela que mereció el premio Azorín 2008.