Anya tiene problemas. No es la chica más popular del instituto. Su apellido ruso es impronunciable. Le sobran un par de kilitos. Está colada por el capitán del equipo de baloncesto... y encima ahora ha caído en un agujero donde hay un esqueleto humano. ¡Qué miedo! Pero en ese agujero conocerá a Emily, una niña fantasma que se convertirá en su mejor amiga y la ayudará a triunfar en el instituto. Claro que... los fantasmas tienen secretos, y el de Emily puede ser terrorífico...