Don Celedonio, tras haber recibido una cuantiosa herencia, organiza una reunión con varios amigos en el Parador Nacional de Zafra y encarga al narrador de esta historia que transcriba una crónica de esa convivencia. El relato coral de ese encuentro será sellado y guardado en la fabulosa biblioteca de don Celedonio para uso de las generaciones futuras. A la manera del Decamerón de Boccaccio, los diversos personajes de esta novela se refugian en el parador para huir de la decadencia de la vida actual y defenderse de ella mediante la persuasión de la palabra. Durante la estancia compartirán su incapacidad para adaptarse al mundo contemporáneo, aunque también emergerán las contradicciones y los prejuicios existentes entre ellos. Esta novela constituye toda una reflexión sobre la esencia de la ficción, su profunda rebeldía frente a la realidad y su capacidad para acercarnos a los otros, ponernos en su piel y tratar de comprenderlos en sus contradicciones; para conocernos un poco mejor a nosotros mismos.