Percival Everett nació en 1956 y creció en Columbia, Carolina del Sur. Después de graduarse en la Universidad de Miami, comenzó su licenciatura en filosofía en la Universidad de Oregón, después estudio su master en ficción en Brown, donde escribió su primer libro, Suder (1983), una novela cómica sobre una tercera base para los Marineros de Seattle, cuyos intentos de sacudir una depresión lo llevaron a una odisea a través del Pacífico Noroeste en compañía de un elefante y un joven fugitivo. Everett se ha ganado muchos seguidores como maestro de muchos géneros que se acercan al absurdo. Su trabajo incluye novelas delictivas ( El cuerpo de Martin Aguilera , Cuenca ), westerns revisionistas ( País de Dios , Camina a la distancia ), recuentos del mito griego ( Zulus , For Her Dark Skin , Frenzy ), y el salvaje Glyph , narrado por un genio bebé que ya ha leído la mayor parte de la filosofía occidental mientras todavía usa pañales. El bebé Ralph es secuestrado primero por un psicólogo infantil psicótico, luego por un agente deshonesto del Departamento de Defensa, que al mismo tiempo ataca el postestructuralismo y escribe poemas en su cabeza. De la novela criminal de Everett de 2011,"Supuesto" , Roger Boylan escribió en el New York Times : "No he leído nada igual desde Georges Simenon". También ha publicado varias colecciones de poesía conceptual, cuatro libros de cuentos y las tres novelas por las que Everett es quizás el más admirado: Erasure (2001), en el que un novelista negro "aclamado por la crítica" pero descuidado comercialmente tropieza con la fama y la fortuna escribiendo una parodia de la llamada ficción urbana; "I Am Not Sidney Poitier" (2009), sobre un huérfano que inesperadamente hereda una gran parte de Turner Broadcasting System; y Percival Everett, de Virgil Russell (2013), un libro imposible de describir o resumir sobre los padres, la muerte y el envejecimiento. Su libro más reciente es "So much Blue" (2017), una novela sobre un pintor abstracto atormentado por el arrepentimiento mientras intenta terminar un enorme lienzo que puede o no ser su obra maestra. Desde que comenzó su carrera como escritor, Everett se ha abstenido de vivir casi todos los aspectos de "una carrera como escritor". Nunca ha revisado un libro, ni lee las reseñas. No mantiene presencia en línea y evita la publicidad y la autopromoción. Cuando Everett y yo nos reunimos por primera vez, en la primavera de 2016, en una cafetería cerca de su casa en South Pasadena, nos pidió que nos concentráramos en su trabajo y que hiciéramos la menor referencia posible a su vida fuera de la página. "Espero no ser una entrevista demasiado dura", me advirtió. Cuando nos volvimos a encontrar, seis meses después, en esa misma cafetería, Everett fue amable, no tan duro como lo imaginé. Habla suave y lentamente, escogiendo sus palabras con cuidado. No le importa una larga pausa en la conversación y es rápido en el humor. Cuando estaba configurando mi grabadora, la música rock comenzó a sonar sobre el sistema de sonido de la cafetería. Preocupado de que nuestras voces se ahogaran, saqué una pila de libros de mi bolso para hacer que un micrófono especial se pusiera de pie. Estos incluían una colección de poemas que captaron el interés de Everett. Me preguntó si yo escribía poemas. A la mitad de la respuesta, puse a funcionar la grabadora y comprendí que, de hecho, ya habíamos empezado. ?Justin Taylor
